A ese implacable que no espera por nadie

Tras intensas jornadas de trabajo en un proyecto final –que afortunadamente llegó a buen puerto- y en uno personal que espero pronto vea la luz, me siento en la necesidad de replantear algunas estrategias vitales de trabajo que trascienden a lo profesional. Me refiero a la gestión eficiente del tiempo. Si, ese que no espera por nadie y que pareciera transcurrir a su antojo y –en ocasiones- en contra de tu propio beneficio.

En estos tiempos que corren, donde resulta casi imposible ser monotarea, es imprescindible aplicar técnicas para hacer uso efectivo y eficiente del tiempo, de lo contrario, vivirás sumergido en una montaña de papeles donde el status común será: Pendiente.

Entendiendo que es unrecurso escaso, es vital optimizar su uso. No es nada complicado y para quienes, en ocasiones, se han visto tentados por la procastinación, estos tips pueden ser de utilidad.

  • Hacer un To do List, priorizando las tareas y considerando las horas más productivas. Aunque parezca obvio, no todos lo hacen y es realmente efectivo. Además, resulta muy satisfactorio colocar “Listo” en las tareas que estaban pendientes.
  • Asignarse tiempos para la culminación de las tareas. Pero, por favor, tiempos realistas, de lo contrario, al final de la jornada lo que quedará será un gustillo de frustración y estrés por no cumplir con lo previsto.
  • Hacer pausas de 5 a 10 minutos, es necesario oxigenarse para que las ideas fluyan con más claridad. Pero cuidado, que no se conviertan en 45 minutos acompañados de un café, un pincho de tortilla y una extensa conversa.
  • Planifica tiempos para responder correos, hacerlo cada vez que llegan a tu bandeja de entrada, te distrae y te hace perder la concentración. Retomar nuevamente el hilo será más difícil.
  • Plantarse firme frente a las tareas menos agradables, todos las han tenido y siempre estarán a la orden del día, no es posible deshacerse de ellas. Lo mejor resolverlas de inmediato y de preferencia cuando se es más productivo. Aplazarlas para el final de la jornada no es la opción y con seguridad, quedará sin hacer y como un pendiente.
  • Finalmente, colocar en silencio el móvil. Las notificaciones del whatsapp y demás aplicaciones, te mantendrán con un ojo en el ordenador y otro en el Smartphone.

A mí me han funcionado y lo asumo como propósito diario antes de iniciar la jornada, no con esto digo que sean la verdad absoluta, ni el método que no falla, de hecho, no creo en lo infalible. Indudablemente, esta lista se mantendrá en constante edición

¿Tenéis alguna sugerencia? ¿Conocéis algún otro mecanismo para optimizar el tiempo?

Por: Lisbeth Calzadilla Meré