¿Sabes hasta dónde crecerá La Nube?

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Como ingeniero apasionada por la tecnología y las posibilidades que ofrece, y frente al crecimiento del flujo de datos que a diario se generan en la red, me pregunto: ¿Somos realmente conscientes del mundo virtual o de “La Nube” que estamos creando?

Creo que no, como tampoco creo que seamos conscientes de que Internet no difiere mucho del universo.

Tenemos una idea del tamaño de la Red, o bien de lo que llamamos La Nube, pero la realidad es que cambia y crece a una velocidad vertiginosa que es difícil que conozcamos su tamaño y sus dimensiones en detalle. El universo es igual.

Si partimos del hecho de que Internet son miles de millones de bits, códigos binarios y, para ir más al detalle, electricidad que fluye, se escribe y se almacena en forma de datos sobre un hardware específico; entonces podríamos decir que el Internet puede ser tan infinito como el universo. ¿Por qué?  Porque al final se basa en impulsos eléctricos y como dijo Albert Einstein “la energía no se crea ni se destruye sólo se transforma”.

De aquí que surjan películas de ciencia ficción donde el mayor inconveniente en el futuro no será la creación de software, ni hardware, ni las capacidades del mundo virtual, sino algo que asumimos tendremos para siempre: la energía. Según Greenpeace, Internet consume, actualmente, el 2% del consumo energético global.

Quizás tampoco somos conscientes de que, al tocar la pantalla de nuestro móvil o tableta, o que al hacer click en el ordenador, se desencadenan conexiones entre servidores en distintos lugares del mundo. Entonces, ya no hablamos sólo de que se disponga de energía para cargar el smartphone, sino que se tenga la suficiente energía a la disposición como la que se necesita en granjas de servidores, bases de datos y proveedores de Internet.

Estamos ante una nueva era: la del Big Data, de enormes cantidades de datos que son almacenados y gestionados por una gran cantidad de equipos.

Consumimos energía sin darnos cuenta. Llevamos un espía en nuestro bolsillo llamado smartphone, que sabe con precisión dónde estamos, qué lugares frecuentamos, qué horario tenemos para despertarnos, nuestro calendario, nuestras preferencias y lo más interesante: generamos toda esta información como datos digitales que se suben -de forma automática- a “La Nube”. A ella, además, accedemos desde otros dispositivos móviles y tabletas. Así, la Nube pasa a convertirse en un lugar que realmente no conocemos al 100%, donde podemos encontrar miles de diferentes tipos de datos, así como aplicaciones para gestionarlos. Al igual que la inmensidad del universo, lleno de sistemas solares y energía que se dispersa entre el tiempo y el espacio y que aún tratamos de descubrir.

La Nube y el Universo, ambos tienen un origen similar. Ambos están basados en energía, ambos han tenido un "Big Bang". Originando de esta forma vida orgánica en un caso y una vida virtual en el otro.

¿La gran diferencia?

El universo es un mundo físicamente real, mientras que el Internet se basa en un mundo “virtual”.

Y con esto me pregunto… ¿Hasta dónde crecerá La Nube? ¿Pondremos un tope a su crecimiento en un futuro? ¿Es realmente posible frenar su crecimiento? Esto considerando el alto coste que supone el mantenimiento de hardwaresoftware y sobre todo la energía…. ¿Seremos capaces de sostener La Nube con fuentes de energía renovable?

Muchas preguntas surgen en torno a la Nube, el Big Data y su capacidad de crecimiento; interrogantes que a la fecha no tienen respuesta clara y que tal y como ocurre con El Universo y la energía, seguirán su curso, sin saber si en algún momento, tendrán respuesta.

¿Y tú qué opinas? ¿Crees que podemos tener respuesta?

Cristina Peñaloza Morales @cristinapm18

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